Porque priman las aguas;
Porque, por muy pútridas que fueren
Ansiamos abrazarlas
Con la garganta agreste
Aunque todas corran solas, ¿comprendes?
Porque nos dieron vida
Y, no obstante, pugnan por reventarla.
Alfa otorga su espina,
Ella florece, grata,
Y la sardina en el caudal rescata
La luz y la gangrena
Del júbilo más sórdido del tiempo
De héroes en cera.
Agua de paragüero;
Llovéis, infantes, con mucho esmero
Mientras sonría
Esa moneda
Que se oxida.