El serrín tuvo que hablar
En su quema imperiosa,
En ceniza temerosa.
Guarda mucho que contar:
Batallas de vana prosa,
Libertad en alba losa,
Lamentos de todo andar
Y fábula pegajosa…
Toda viñeta gloriosa
Torpemente en mí se posa:
Traen bobadas
Que no
Me interesan en
Absoluto.
Antes prefiero
Escudriñar una rosa
Y oír al viento organar.